sábado, 8 de junio de 2013

De visita al Tesoro de los Faraones



De visita al Tesoro de los Faraones

Dejadme que comparta con todos vosotros la experiencia de poder ojear el Tesoro de los Faraones, no se trata de tesoros en oro, rubíes, etc.…, si no de las edificaciones que estos gobernantes dejaron para el disfrute de todo aquel que pueda visualizarlo.
Yo no he estado en Egipto, Túnez o El Cairo, no, más bien me lo han traído a Jerez, estoy hablando de la  exposición que ha aterrizado en Jerez, exactamente en el Parque del Retiro, El Templo Abu Simbel , el templo santuario de Ramsés II, faraón de Egipto.
Este artículo no se trata de contar la historia de uno de los faraones más famoso como bélicos de Egipto, se trata de intentar expresaros la satisfacción positiva que me impregnó totalmente mi visita a esta exposición.

Se instaló en Jerez el 24 del pasado mayo, y estará hasta el 14 de julio y consta de cuatro salas.

La exposición comienza con un organigrama a escala media de la entrada del templo original, cuatro colosos (de veinte metros de altura) que referencian al faraón rey, Ramsés II, sentado en su trono con la doble corona en representación al Alto y Bajo Egipto acompañado de otras efigies de dioses así como de frisos de babuinos adoradores del sol orados por estos personajes que exhalan misterio, realeza a la vez grandeza.


Me llamó la atención el poder observar restos tirados en el suelo de una de las cabezas de dichos colosos (destruida por el paso de un terremoto), y tras poder conversar con el administrador, pude saber que es así como realmente se encuentra en su lugar de origen.
Dentro debemos de destacar su realidad en tallas, pinturas y su detallada arquitectura, rodeado de un realismo increíble de las salas que componen la exposición.
La sala que nos encontramos después de traspasar la entrada de los colosos sentados, es la Gran sala Hipóstila en la que se puede observar pilares osiriacos (Osiris), pilares custodiados por otros colosos referentes a Ramses II, pero esta vez de pie, destacando que los colosos de la izquierda llevan la corona del Alto Egipto y los de la derecha la corona Pschent (doble corona símbolo de la unificación de las dos Tierras).


Si echamos la vista hacia arriba, podemos observar que el techo está decorado con pinturas que representan a la diosa Nejbet (diosa protectora en los nacimientos y en las guerras) que podemos observar con sus alas abatidas y con sus textos originales. Seguimos con la decoración de las paredes de ésta sala en la que se recrean escenas de inmolación de prisioneros y cortejos a príncipes, escenas de batallas en Siria, Libia, Nubia junto a ofrendas, la presentación de prisioneros a Ra-Harmajis y Ramsés II divinizado, pasando por la batalla de Qadesh e inmolación de prisioneros y princesas con el sistro (instrumento musical de la época).


Saliendo de ésta sala, penetramos en la que sigue, la segunda sala Hipóstila, en la que podemos observar y seguir deslumbrándonos con más pinturas y grabados misteriosos a la vez que deslumbrantes, así como pilares con representaciones del rey faraón Ramses II abrazado a divinidades. De esta sala me gustaría destacar las grandiosas representaciones en pintura del paso en la barca al más allá así como una recreación de la boda de Ramses II y Nefertiti, observándose por vez primera la representación  de ambos en rostros. Es momento de comentar que este rey-faraón tubo 50 esposas con las que engendró 152 hijos legítimos todos ellos al trono.
Para terminar nuestro apasionante paso por la historia misteriosa de los faraones, pasamos a la siguiente sala, el Santuario, otra representación a escala del original, incluido el tenebrismo que se palpa en el original. En esta sala podemos ver la puerta central (por la que nos adentramos) que comunica con el propio sancta sanctórum, con cuatro estatuas talladas en roca que representan de izquierda a derecha a Ptach (el gran dios artesano de Menfis), Amón-ra (la cabeza de la Trida de Tebas), Ramses II (como el cuarto gran dios de Egipto) divinizado y Ra-Horajti (la de la Enéada de Helióppolis). Destacando algo personal, en el templo original, la fecha de nacimiento (aniversario) de Ramses II coincide con la entrada dentro del templo de un haz de luz que ilumina a la mitad a la estatua de Patch y Amon-ra, por completo a la de Ramses II y dejando en completa oscuridad la de Ra-Horajti, por su vinculación con la sombra de de la muerte, para mí, esto es el verdadero misterio que envuelve a esta escena.

                        
               


He de comentar que el templo de Abu Simbel fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979, templo que fue excavado en la roca en el año 1284 a.c y cuya construcción se llevó a cabo durante 20 años. El templo fue mandado construir por Ramses II para conmemorar su victoria en  Kadesh (1274 a.c) contra los asiáticos Hititas.
Me gustaría terminar aportando un pequeño granito de ilusión en esta odisea de grandes encuentros con otras civilizaciones, que no dejemos de entender, que esta civilización no sólo fue fuerte y grandiosa bélicamente hablando, si no por todo lo que aportó con su grandeza a la cultura, ingeniería y arquitectura sin olvidarnos de la innovación aportada a los actuales inquilinos de esta pequeña cáscara de nuez llamada Tierra y que poco a poco descubrimos gracias a grandes emprendedores dentro del misterio, la lógica, pero sobre todo, la pasión por el descubrimiento.




Antonio Hedrera Lara

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