lunes, 18 de noviembre de 2013

Otra forma de ver el arte sureño

Los chamanes de la prehistoria


Cuenta la leyenda que, la forma de nuestros ancestros, los primeros pobladores de nuestras tierras empezaron a adorar a dioses y divinidades que bien podrían ser seres antropomorfos.

Estos pobladores mediante fases de iniciación alcanzaban fases divididas en iniciación, transformación y culminación, siendo ésta última, la más macabra de todas.

Leyendo e investigando, me he topado con nuevas creencias de un prehistoriador de nombre que, me hizo volver a los orígenes de un estudio que, me gustaría compartir con todos vosotros y que me resulta envolvente debido a la claridad con la que se aborda desde el punto científico así como con lo maravillosamente que se aborda desde el punto místico.

Según un estudio del erudito y antiguo presidente de la UNESCO, Jean Clottes, las pinturas rupestres eran los contactos mediante iniciación de los primeros habitantes de la Tierra con los dioses creadores de la misma y con el mas allá.



Clottes cree que el ambiente chamánico con el que defiende que crearon las pinturas rupestres era un fenómeno europeo que  va desde Rumanía hasta el sur de la Península Ibérica, donde se incluye la ruta rupestre Sureña, de un alto valor artístico, estamos ante unas  pinturas que empezaron a elaborarse hace mas de 40.000 años y cuyos últimos ejemplos datan de hace 12.000 años.
A continuación enumeramos las diferentes fase con las que se llevaban a cabo la creación del arte rupestre según Clottes:

1ª fase) Iniciación mediante pinturas rupestres (llave), pinturas que se manifestaban mediante puntos.
2º fase) Las pinturas con cuerpo ya, cobran vida, como son las pinturas de seres antropomorfos (muy abundantes en nuestro arte sureño), bisontes, tigres, dientes de sables, peces, caballos…en los que el chaman era convertido por los seres que según Clottes lo visitaban psicológicamente.
3ª fase) Estas vidas se materializaban en la mente de los chamanes de entonces, desollando al chamán y con ello transportándolo al más allá y posteriormente plasmaba en las cavidades con releve que aprovechaban para darles forma con vida propia.

 


Clottes, cree que este estado de neuropsicología asociado al chamanismo, era el que llevaba a los artistas rupestres a crear estas pinturas tan raras y a la vez misteriosas.

Esta es, sin duda, otra visión de poder observar el arte rupestre que nos rodea, recordando que, en la ciudad de Cádiz existe un mundo subterráneo donde se ubica un sanctórum fenicio, que cuenta la leyenda, que se utilizaba como llave mediante sueños y guiados por un chamán hacia el más allá.
La pregunta es ¿existía relación entre esta práctica y la de las pinturas rupestres?
Por qué no, lo que sí es una incógnita aún es, ¿qué querían decirnos estos artistas del rupestre con la plasmación de seres antropomorfos?








Antonio Hedrera Lara